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  • Autore: Shirley G.
  • Categoria: Racconti orge
UNA BUENA DOSIS DE MEDICINA. CAPITULO  2 - Piacenza Trasgressiva
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UNA BUENA DOSIS DE MEDICINA. CAPITULO 2 - Piacenza Trasgressiva

De nuevo les traigo un relato que aún me tiene pensando en que he sido tan desenfrenada que cada vez que veo un doctor lo primero que me viene a la mente es hacerlo con el sobre su camilla. Esta vez, les cuento que salí a cenar con este hermoso doctor con quien por primera vez experimenté el placer del sexo en un consultorio, fuimos a una cena del colegio de doctores de la ciudad, muy de gran gala, me puse mi mejor vestido, de color rojo, donde se notaba lo tanto que me dedicaba al gimnasio y cuidaba mi cuerpo, sobre todo mi trasero, que me fascinaba tenerlo duro y elevado como un trasero listo para dar envidia a las demás mujeres. En esta oportunidad, apenas entramos al salón, me sentí un poco incómoda, pero en fin, ya estaba allí, llegamos a nuestra mesa reservada y estaban unos amigos también doctores a los que me presentó como una buena amiga, eran solo hombres en esa mesa, yo era la unica mujer, me sentí genial, no tenía ninguna conversación esteril con otras mujeres. Brindamos, un vino exquisito, comenzamos a entablar conversación y era innegable que les gustaba a esos hombres, cada uno me decía cada cosa que me hacía sentir excitada de solo imaginarme con todos en una orgía con ellos solo para mí y yo solo para ellos. Se me vino esa idea a la mente, me sentí que deseaba ser ninfómana, deseaba probar tener sexo con varios a la vez, y todos médicos, wao!!!! Comencé a tramar la idea, e invité a mi amigo el doctor a bailar, allí recuerdo que me
preguntó cómo me sentía, y le dije que me fascinaban sus amigos, que estaba feliz, y le dije que estaba mareada por el vino y esome hacía pensar cosas sexuales y excitarme. Me preguntó qué tanto pensaba y le dije: No te molestes, me vino a la mente cómo sería tener sexo con todos tus amigos y tú, todos penetrándome, yo dándoles muchas mamadas, varios penes dentro de mí, uno en cada mano y en la boca, incluso en el culo. Me dijo: Eres una putica! Le dije: Soy la mejor puta! hazmelo probar, díles, así todos probamos. Te atreves? .... Llegamos a la mesa y hubo un silencio sepulcral, todos se miraban y se rompe el silencio con la voz de mi amigo que dice: Chicos! Les tengo una invitación a mi casa ya, nos vamos... En eso contestó uno, Y eso? Pues, esta chica quiere que le demos una buena dosis de medicina, que dicen? Todos, sin esperar, se pararon de la mesa y nos fuimos... Ibamos callados en la caminoneta, al llegar al apartamento, fui al baño, me preparé, y en seguida salí, hice un baile muy sexy me iba montando sobre cada uno, les tocaba esos penes durisimos, Juan, Carlos, Pedro y mi amigo Luis, contra mi... Juan me comenzó a desvestir, Carlos, Pedro y Luis se quistaban sus ropas y comenzaban a acariciarme, Ya todos desnudos empecé a meterme uno a uno en fila sus penes duros y enormes, luego uno me comenzó a hacer sexo oral con su lengua larga dentro de mi vulva, el otro me chupaba el culito, uno me chupaba las tetas y el otro me atragantaba con su verga gruesa que me asfixiaba... Así cada uno hizo lo suyo, comenzaron a penetrarme, nunca había tendio tres penes dentro de mí, uno en la vaginay dos en el culo, mientras al otro se lo mamaba. Nunca había cabado tantas veces... Gemía a voz alta, era un todos contra uno... Se intercambiaban, me penetraba uno, luego el otro, luego el otro y en fin, ya viendo que estaba exhausta, comenzaron a pajearse frente a mi uno a uno.... Juan se me vino en la boca, pude saborear esa leche caliente, Luis me acabó en las tetas, Pedro me acabó dentro del culo y Carlos en la vagina... Dios, eso si que era una buena dosis de medicina blanca, de leche pura, de médicos, hombres serios, casados, profesionales, que me habían dado la cogida más grande y divertida de mi vida, hoy que me recuerdo siempre me masturbo con un vibrador que compré en el sexy shop de la ciudad, y estoy pensando en comprar uno mas grueso y grande para pasar esos momentos de soledad mientras pienso en invitarlos a otro encuentro para que me den sus grandes y jugosas inyecciones de leche que me quitaron todo mal de salud que tenía, jejeje!!!!

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